Podría caminar sin luz
Por desiertos oscuros y sin nombre
Tras la huella vacilante
Del dolor ajeno
Para arrancarle una sonrisa
Al final del camino.
Ni las aguas profundas
De los mares de angustias,
Los espacios misteriosos
De los días sin horas,
Por el deliro de mi mente
Engendrado de colores.
Nada acallaría
Las notas de mi arpegio infinito
Cargado de luz divina.
inspirada en la fuente cristalina
Del más puro amor.
martes, 30 de octubre de 2007
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