martes, 30 de octubre de 2007

LA SOLEDAD DE MI CANTO

Nadie escucha
Mi arpegio de cristal,
Los oídos inertes del espacio
Cierran sus puertas
Al arrullo triste del sol.
El sordo silencio del viento
Deja a la distancia
Su música sin notas.
El hilo de mis trinos
Dormita en las sombras
Y los abriga de olvido
A las piedras solitarias.
Así eleve mi canto
las ventanas de las almas
Enmudecen impasibles.
ante los gritos
De los infiernos rodantes
Apagando el trino de mi pecho abierto.

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