En la noche de mi insomnio
Vive el color de tu pelo,
Junto al calor de tu piel
Se abriga la tarde
En primavera.
En el cielo de tus ojos
Luce cristalino
El manantial de la vida.
La tibieza de tus manos
Hace fértil la semilla
En el surco virginal
Del suelo herido.
En las mañanas
El remolino de tu risa
Es una nube gigante
Opacando el horizonte
A la espera del otoño.
martes, 30 de octubre de 2007
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