martes, 30 de octubre de 2007

LA LUZ DEL MÁS ALLA

El sonido en la madera
Brota hueco y lejano,
Se arrastra en la penumbra de la nada
Y hasta el aroma de la tarde
Muere en la bruma sin salida.
El llanto es melodía palpitante,
Se aquieta el alma herida
Y las hojas maceradas de dolor
Crean el otoño en el verano,
Se lapida el aliento
Y se apaga el fuego de su cruz,
Luego doblan las espaldas
Por las rutas del recuerdo.

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